domingo, 17 de julio de 2011

De la crisis, los romanos y por qué los gobiernos tienen que salvar a los bancos


Tras unas cuantas peticiones sobre nuestra explicación a la crisis y porque todo buen gurú que se precie tiene que decir algo sobre ella, describimos a continuación nuestra “historia sobre la crisis”, que comienza, como toda buena historia que se precie, bien en el pasado...

Tan en el pasado como en Grecia y en Roma, tiempos en los que (mayoritariamente) los ciudadanos, el gobierno y la banca tenía bien claro qué era un contrato de depósito (te dejo mi dinero y tú me lo guardas sin poder disponer de él) y qué era un contrato de préstamo (te dejo mi dinero a cambio de un interés y durante un plazo prefijado, puedes disponer de él).

Sin embargo la tentación del dinero fácil ha afectado al hombre desde siempre y, así los banqueros, aliados con los gobernantes, se dieron cuenta de que los depósitos suponían una cantidad constante y que tan sólo una pequeña proporción se retiraba así que, ¿Por qué no disponer de ese dinero? Dicho y hecho. El contrato de depósito y el de préstamo se fusionaron rápidamente y pasó a ser “lo normal” que cuando depositas el dinero en el banco, el banco emplea ese dinero en otras actividades comerciales, provocando lo que se denomina la “multiplicación bancaria del dinero” (yo deposito 100 y tengo 100, pero si el banco con ese dinero presta 90 a otra persona, antes había 100 y ahora hay 190, el banco “creó” 90).

Pero el efecto multiplicador no acaba ahí, ya que, los gobiernos y los banqueros pensaron una nueva fórmula para ganar aún más: suprimir el patrón oro. El patrón oro tiene la gran ventaja de que los hallazgos de oro nuevos no suponen un porcentaje importante del total, así que se puede considerar que la “cantidad de dinero” se mantiene constante bajo ese sistema (más allá, claro, del multiplicador bancario del que ya hemos hablado) y, así cuando los gobiernos quieren pedir prestado, tienen que conseguir que alguien, con el dinero que ya existe, les preste, lo cual es una lata, sobre todo si tienes pensado expandir tu poder y tu gasto lo máximo posible. Así que, tras una serie de invenciones, se crearon los bancos centrales y se abolió el patrón oro permitiendo a los gobiernos “multiplicar la cantidad de dinero a su antojo” y llegando a la situación en la que nos encontramos.


Pero, ¿Qué efectos tiene esa multiplicación del dinero?

En primer lugar, un efecto directo y nefasto para los ciudadanos (pero maravilloso para banqueros y políticos) que es el robo directo de riqueza por medio de la devaluación de la moneda. Imaginemos una isla en la que viven dos personas con 10 euros cada uno, toda la riqueza de la isla son dos wiis, por lo tanto, cada wii vale 10 euros y su riqueza equivale a una wii; supongamos que ahora llega el banco central y crea 100 euros, de repente, la cantidad de dinero es de 120 euros y cada wii vale 60, cada ciudadano posee un sexto de wii y el estado se ha quedado con 5 sextos de wii (esto es el día a día en EEUU y en Europa).

En segundo lugar, distorsiona enormemente el mercado de dinero, por un lado generando inflación (como hemos visto) y, pero sobre todo, reduciendo artificialmente los tipos de interés lo que provoca que la gente se endeude más de lo que debería (y de lo que el mercado le aconsejaría) y a más plazo del que debería. Fomentando aquellas actividades que requieren de mucha financiación. Es decir, en un mercado no intervenido los tipos son mucho más altos, así que entre una actividad que me requiera mucha financiación y otra que no, me decantaré mucho más por la segunda, mientras que si los tipos son muy bajos, pedir prestado para construir un edificio (por poner un ejemplo, vamos) no es tanto problema.

En definitiva, tenemos una multiplicación del dinero que genera a su vez inflación (no necesariamente en alimentos puede ser, por poner un ejemplo, en pisos y activos financieros) y facilidad de endeudamiento ¿A alguien le suena la película? Todo esto genera un crecimiento y una prosperidad más que ficticia porque se está basando por completo en préstamos que, algún día tendremos que pagar.

A continuación no necesitamos más que algún evento que impida la burbuja seguir inflándose y que rompa la cadena. Entonces se produce el efecto contrario "la división del dinero" puesto que los bancos prestan menos y se revierte el efecto que comentamos antes y provocando también un efecto en cadena; todo esto se agrava puesto que los políticos han gastado todo lo que ingresaban en los años buenos e, incluso han pedido prestado algo más y entonces no sólo no tienen dinero para sobrevivir sino que necesitan pedir dinero con lo que son una parte importante del problema, no de la solución (como casi siempre, vamos).


Y por qué hay que salvar a los bancos??

Con este sistema que existe en la actualidad y con los bancos multiplicando el dinero, los bancos no pueden quebrar por dos motivos:

En primer lugar, son los que más deuda pública compran, los estados no pueden permitirse que los bancos dejen de comprar su deuda, así que, con el procedimiento estándar, los estados le quitan el dinero a los ciudadanos, se lo dan a los bancos para que estos compren deuda, ganan políticos y banqueros, pierden los ciudadanos.

Pero sobre todo, en segundo lugar, el efecto multiplicador del dinero convierte a los bancos en auténticas bombas de relojería, puesto que, a base de multiplicar lo que ellos no tienen, las deudas que el banco tiene con la sociedad son muchísimo mayores que lo que su tamaño puede indicar, es decir, si quiebra telefónica, se pierde toda la riqueza que generaba telefónica, si quiebra el BBVA se pierde la riqueza del BBVA más el dinero que creaba de la nada. El multiplicador da a los bancos un poder desorbitado. No se pueden dejar quebrar porque si quiebra un gran banco, nos enfrentaríamos a una crisis sin precedentes y a la desaparición de los ahorros de millones de ciudadanos.


Una solución quiero!!

La solución a todo esto pasa, evidentemente, por suprimir este sistema y volver a un sistema que impida manejar la oferta monetaria a los que controlan este mundo, como por ejemplo el patrón oro e instaurar un sistema financiero basado en la libertad y el capitalismo y no en un sistema superintervencionista centrado en un señor que fija el precio del dinero (Banco Central).


Pero y por qué no se toman esas soluciones??

Pues porque ese sistema impedirá a los políticos endeudarse como están ahora y mantener el monstruoso estado Gran Hermano que sufrimos basado en la gran burbuja. Es por ello que los políticos prefieren seguir tirando de deuda para solventar otra deuda y "supervisar y regular" a los bancos, en vez de atacar la raíz del problema.

lunes, 4 de julio de 2011

Es posible que un político sea honesto, listo y gaste poco??

"Ante la corrupción, la gente de los países ricos pide que se restrinja el poder de los políticos, en los países pobres, piden políticos honestos". Esta frase la oí refiriénose a Argentina, si bien, en España, con los indignados se han vuelto a pedir "políticos honestos" (dejando a un lado cómo se caracteriza España tras esa petición) es de resaltar que, con el paso de los años (y de numerosas peticiones en esta línea) los políticos no parecen hacerse honestos sino más bien todo lo contrario; nuestros políticos son cada vez menos honestos, más torpes y más pródigos ¿Es esto evitable?

A nuestro modo de ver no, ya que los incentivos del sistema están todos alineados para que los políticos vayan cada vez a peor. Hemos diseñado un sistema que incentiva que los políticos sean cada vez menos honestos, listos y eficientes en el gasto. Para ello imaginemos la carrera política de un joven que hoy entra en un partido mayoritario; esta se verá plagada de pequeñas "competiciones" con otros miembros del partido para conseguir ir ascendiendo hacia puestos que le permitan optar a cargos políticos. Veamos por qué de esas competiciones surge gente, mayoritariamente, poco preparada y poco honesta:
  • Imaginemos una carrera entre dos atletas (A y B) exactamente igual de rápidos; ahora supongamos que a A, si gana, le damos 10 euros y a B, si gana, le damos 1.000.000 de euros. ¿Quien ganará? Pues B sin duda. Volviendo a la política: ¿Cuánto gana un concejal honesto? Pues no sé, pongamos unos 60.000€ ¿y uno corrupto? Pues millones de euros ¿Quién creéis que irá ganando las competiciones, los honestos o los corruptos?... Además, en este punto se podría considerar también, emplear la corrupción para ganar las competiciones en sí
  •  Imaginemos ahora una carrera entre otros dos atletas (C y D) también exactamente igual de rápidos y, supongamos que a C, si pierde, le cobramos 2 euros de multa y a D, si pierde, matamos a su madre, le cortamos un pierna y embargamos su coche y su casa ¿Quien ganará? Pues D, por supuesto. Volviendo a la política: imaginemos un político brillante y que su alternativa a ser ministro (lo que le sucederá si pierde) es volver a su actividad profesional anterior en la que es, por ejemplo, un importante directivo de una multinacional o un profesional admirado y otro que, si no consigue ser político, se quedará sin nada. Pues los incentivos estarán alineados para que el político torpe sea vuestro nuevo concejal de urbanismo.
Finalmente, una vez que llegan a cargos públicos ¿por qué gastan tanto los políticos? ¿Existe alguna cuestión que los empuje a ello? Aquí el incentivo surge de que cuanto más gasten, más "cobran": supongamos que mañana se quiere hacer una autopista de Vitoria a Valencia que vale varios miles de millones de euros; de inmediato múltiples propuestas aparecen en la mesa del Ministro de Fomento de turno junto con "regalitos" o "favores" implícitios (no necesariamente dinerarios, pero está claro que si le das la obra a alguien ellos te tendrán luego simpatía y te pueden dar un cargo, o colocar a tu hija o hacerte una casa gratis...). La mayoría de las propuestas son similares así que elija la que elija, la decisión será correcta (y no judicializable) y la empresa agraciada sabrá luego recompensar al político de turno con algún detallito no demasiado evidente que imposibilite la acción judicial.

Cada vez que un político gasta, incrementa su poder y se enfrenta a una maravillosa situación de este estilo, tienen que destinar grandes sumas a alguna empresa que, sabrá recompensar o contratar a gente que, también sabrán ser agradecidos. Es delito, pues sí, pero es imposible de probar.Además recordemos que los políticos que llegan son los más torpes y los menos honestos...